redondas, asustadas sin razón.
Cubren toda la orilla de la cala.
Están quietas. Ahora el mar suena
a la vez que el deseo de cambiar
junta y destroza espuma en olas breves
que acaban serenísimas. El tiempo
parece una voz que nada dice.
Otro tiempo imposible lo desmiente
en cada terminarse de las olas,
más breves que la lluvia. Sorprendidas
por su propio agolparse sin sentido.
Lluvia en la cala
Lawrence Alma Tadema
3 comentarios:
Tu estas con el mar, yo con las piedras redondas de lluvia y olas...
El tiempo parece una voz que nada dice , pero si que dice ....
(que no habia venido yo por aqui, y que placer . Me relajas
Un abrazo
El placer es mío,Churra: pasa sin llamar. Besitos
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