La casa como barco
en alta mar de junio.
Las calles como trenes
de noche sosegada.
Estas cosas no pasan en el mundo.
Estoy por afirmar
que ahora vivo en un libro de poemas.
Pero si tú me miras,
decidida a existir
desde el fondo templado de tus ojos,
también existe el mundo.
Y muy probablemente
yo acabaré por existir contigo.
Disciplina secreta
Completamente viernes
Luis García Montero
Imagen: Les dimanches de La Rochelle. Francine van Hove
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
1 comentario:
Vivir en un libro de poemas...
qué preciosidad!!, quién pudiera... por un ratito aunque sea.
Un besote!
Publicar un comentario