Alcoba del Agua Josefa Parra
Acércate despacio a mis dominios;
que tus dedos tanteen el espacio
ciegamente, la oscuridad que envuelve
mi cuerpo; que construyan un camino
y lleguen hasta mí a través del velo
espeso y taciturno de las sombras.
Sálvame con la luz que hay en tus dedos
si me tocas, conjura la desidia,
enciéndeme o abrásame en el tacto esplendoroso de tus manos.
Como las mariposas de la noche,
hacia la llama iré que tú convocas,
que prefiero quemarme a estar a oscuras.
Imagen: Lord Leighton
domingo, 20 de diciembre de 2009
viernes, 3 de julio de 2009
NOSTALGIA
¿De qué se nutre la nostalgia?
Uno evoca dulzuras
cielos atormentados
tormentas celestiales
escándalos sin ruido
paciencias estiradas
árboles en el viento
oprobios prescindibles
bellezas del mercado
cánticos y alborotos
lloviznas como pena
escopetas de sueño
perdones bien ganados
pero con esos mínimos
no se arma la nostalgia
son meros simulacros
la válida la única
nostalgia es de tu piel.
Nostalgia
Imagen: Pierre Bonard
sábado, 20 de junio de 2009
DOBLE VIDA
¿Si yo soy tu sueño
por qué me siento sola
cuando me sueñas?
Llego arrastrándome
a tu boca
cuando duermes
y no sé cómo empezar
a contarte una historia
que se parezca a ti
para que nunca sepas
que yo vivo contigo.
por qué me siento sola
cuando me sueñas?
Llego arrastrándome
a tu boca
cuando duermes
y no sé cómo empezar
a contarte una historia
que se parezca a ti
para que nunca sepas
que yo vivo contigo.
Los sueños somos
como las sombras,
pertenecemos a un solo cuerpo
pero queremos ser
otra persona.
Pequeña confesión
Ana Merino
Imagen: Colombine. Francine von Hove
como las sombras,
pertenecemos a un solo cuerpo
pero queremos ser
otra persona.
Pequeña confesión
Ana Merino
Imagen: Colombine. Francine von Hove
domingo, 1 de febrero de 2009
CANCIÓN INDIA
El collar en rojo
sobre tu desnudo.
Deja que tu pelo
se convierta en humo
igual que la luz
-al abrigo tuyo-
se vuelve penumbra
sobre tu desnudo.
La piel en desorden,
los ojos sin rumbo,
pero el viento lleva a lugar seguro,
cuando se desata sobre tu desnudo.
Deja que la prisa
detenga tus muslos,
que tiemble en tus pechos
un halo de orgullo,
aceite de luna
sobre tu desnudo.
Cabalga la india.
El silencio impuro
y el collar en rojo
sobre tu desnudo.
Canción india
Luis García Montero
Imagen: Desnudo. Ignacio Díaz Olano
sobre tu desnudo.
Deja que tu pelo
se convierta en humo
igual que la luz
-al abrigo tuyo-
se vuelve penumbra
sobre tu desnudo.
La piel en desorden,
los ojos sin rumbo,
pero el viento lleva a lugar seguro,
cuando se desata sobre tu desnudo.
Deja que la prisa
detenga tus muslos,
que tiemble en tus pechos
un halo de orgullo,
aceite de luna
sobre tu desnudo.
Cabalga la india.
El silencio impuro
y el collar en rojo
sobre tu desnudo.
Canción india
Luis García Montero
Imagen: Desnudo. Ignacio Díaz Olano
domingo, 11 de enero de 2009
EL ENAMORADO
El enamorado (IV)
Benjamín Prado
Para poder mirarla es necesario
ver la verdad que vive dentro de cada cosa:
saber que las espigas
son las piezas de una paloma verde;
que en el verbo agrietar puede escucharse
el corazón del tigre:
que del poema roto caen los pétalos blancos
de la flor de la duda.
Si admites todo eso,
si sabes escribir "de los ojos del cínico
caen lágrimas que son sílabas de una ciénaga"...
si le puedes llamar a las gaviotas
"nieve viva,
oleaje del cielo"...
tal vez sabrás qué ves cuando la mires.
Si quieres describirla,
te hará falta buscar dentro del diccionario
un idioma salvaje,
palabras que se dejen escribir
como fieras que acceden a ser acariciadas.
Encuentra un adjetivo que la diga
"de donde tú te vas, se incauta el hielo"
y sabrás explicar lo que es estar con ella.
Yo que dormí con restos de la luna en las manos
después de acariciarla:
que he aprendido en su boca el sabor de la luz
y en su pelo el lenguaje de las enredaderas,
aún no voy a aclarar nuestro misterio.
Imagen: Autorretrato en mi libro. Estefanía Córdoba.
Benjamín Prado
Para poder mirarla es necesario
ver la verdad que vive dentro de cada cosa:
saber que las espigas
son las piezas de una paloma verde;
que en el verbo agrietar puede escucharse
el corazón del tigre:
que del poema roto caen los pétalos blancos
de la flor de la duda.
Si admites todo eso,
si sabes escribir "de los ojos del cínico
caen lágrimas que son sílabas de una ciénaga"...
si le puedes llamar a las gaviotas
"nieve viva,
oleaje del cielo"...
tal vez sabrás qué ves cuando la mires.
Si quieres describirla,
te hará falta buscar dentro del diccionario
un idioma salvaje,
palabras que se dejen escribir
como fieras que acceden a ser acariciadas.
Encuentra un adjetivo que la diga
"de donde tú te vas, se incauta el hielo"
y sabrás explicar lo que es estar con ella.
Yo que dormí con restos de la luna en las manos
después de acariciarla:
que he aprendido en su boca el sabor de la luz
y en su pelo el lenguaje de las enredaderas,
aún no voy a aclarar nuestro misterio.
Imagen: Autorretrato en mi libro. Estefanía Córdoba.
jueves, 1 de enero de 2009
AGENDA 2009
Defender la alegría como una trinchera
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defenderla del escándalo y la rutina
de la miseria y los miserables
de las ausencias transitorias
y las definitivas
defender la alegría como un principio
defenderla del pasmo y las pesadillas
de los neutrales y de los neutrones
de las dulces infamias
y los graves diagnósticos
defender la alegría como una bandera
defenderla del rayo y la melancolía
de los ingenuos y de los canallas
de la retórica y los paros cardiacos
de las endemias y las academias
defender la alegría como un destino
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas del azar
y también de la alegría.
Defensa de la alegría
Mario Benedetti
Imagen: Jessie Wilcox-Smith
defenderla del fuego y de los bomberos
de los suicidas y los homicidas
de las vacaciones y del agobio
de la obligación de estar alegres
defender la alegría como una certeza
defenderla del óxido y la roña
de la famosa pátina del tiempo
del relente y del oportunismo
de los proxenetas de la risa
defender la alegría como un derecho
defenderla de dios y del invierno
de las mayúsculas y de la muerte
de los apellidos y las lástimas del azar
y también de la alegría.
Defensa de la alegría
Mario Benedetti
Imagen: Jessie Wilcox-Smith
Suscribirse a:
Entradas (Atom)